Versión de un ensayo (Segunda parte)

Ahora pongámonos dotores y analicemos la situa. Uno mata y come del muerto si se meten con lo de uno. ¿O no, parcero? O a raíz de que cada cual quiera lo suyo, y no comparta ni un poquito con los demás, es decir se ponga de garulla, pues forma la diferencia, arma el desorden: unos se crecen más que otros. Y cuando uno no tiene qué echarle al buche y el otro ni migajas le tira, pues toca jugar vivo, y cuando menos piense, zum, le pega su viajao. Entonces, de nochecita uno se pone a buscar por estas callesdenadie al ahorrador feliz, pa cogerlo de quieto. Ojalá que vaya bien chapeto pa que no le duela mucho y no grite tanto. Porque uno no puede dejarse morir de hambre. ¿Si o no, pana? A lo Hector Lavoe, la calle es una selva de cemento. Pero digamos que todos nos volvemos iguales. ¿Quién se aguanta una multitud con todos queriendo mandar? Siempre hay pastores y hay ovejas, así somos. O que tal que todos nos zafáramos del poder y nos dedicáramos sólo a pensar. Imagináte. Nos pasaría lo que a Grecia, puro filósofo maricón y tenga, los cogieron los de Roma y lleve po’el chiquito. Y adiós imperio. Porque este mundo es más físico que idea. Uno le silva a la geva por las curvas peligrosas, no se va poner a decirle, Uy, me encanta tu chispa cartesiana con esos toquecitos kantianos que provocan un derroche de amor marxiano por mis venas. Así no es el juego de la vida, manito.

Sabe qué. Que no se nos vuele por la tangente algo importante. Las personas como que tienen algo fundido en la cabeza. ¿Cómo es eso que apagarle los brekes al otro les resulta mero destrabe? Qué descontrol. ¿Matar porque sífilis? Ojala fuéramos como los tigres que náa más matan cuando el hambre llama. Aunque hay quienes buscan arreglar las cosas por las buenas. Bacano. A ese combo pertenecen manes como Luterkin, Gandí, otro man que tiene una chapa re-x, y el muequito ese que hacia de lustrabotas, Garzón. Todos muertos de plomonía. Y en varios de estos viajaos cogen al que hizo la vuelta, al mandado. ¿Y el patrón? Por ahí anda, lo más de relajao. Con los muertos en la cabeza y sin sangre en las manos. Cito otra vez al viejo Hector: Oíga señor, si usted quiere su vida, evitar es mejor, o la tiene perdida. Calle luna, calle sol.

En Locombia y otros países, esiste una mano de gente que aguantan y la guerrean todos los días. Gentes que viven al margen, donde los de la ley no suben porque les da miedo, y dejan que se arreglen los asuntos a su forma, boleando patecabrasos, severos cocteles de puño y pata que se ven por acá y la mundial de chuzo. Si se quejan del desorden, nada, no le paran bolas. Eso es perder su platica porque pa estos lares están las garbimbas, los dizque conflictivos, y nadie viene a intentar arreglar esta vaina. Como acá son vidas de bajo costo. Cómo será que misia Elena, Chismefresco, que no se pierde el velorio de un zancudo, ayer hablaba con la vecina: Oíste, Elena, ¿no escuchaste la balacera de anoche? Sí, mija, pero sabe qué, ya me trajeron el chisme, ¿Y qué pasó?, Mataron a 13 pelaos ahí en el potrero, Ah, no mija, menos mal no pasó nada grave.

Es que mire, parce, ¿Cuántos niños tiesos por ahí en medio de los cultivos? Esa cuentita ya se perdió ¿Y quienes financian la movida? Los pirobos, los playboy. Ellos son los que ponen la money pa que se mantenga ese ajetreo. Sísas. Hola, a estas horas de la vida ya deberían legalizar los sicodélicos, así tendríamos libre mercado y los precios mermarían, y cada uno pondría su expendio de Tabaco, baretapopperpericoruedas y licores. Y pues el que quiera comprar que presente su carné de bachiller, pa que los que se metan a brutos sean estudiados y no le echen la culpa a nadie. Cómo la ve. Sería el relax. ¿Se imagina el turismo tan doble hijuemadre en Colombia? Vendrían todos, todos esos que gustan del porro, todos a los que se les hace agua el tabique, a rumbearla acá, a güeliarla acá, y ahí sí, ingreso de verdes al cien, más que lo que da la USA con el plan Colombia.

Miremos bien. El alcol, la droga que más mata pueblo. Pero como es oficial y del cartel del gobierno. No pasa nada. A la hora del té, la Mariajuana es una locura sana. Como el graffiti: la marihuana mata, pero es una mata muy chévere. Mi abuelita dejó la droga. ¡Y se murió! Y ahora que está tan de moda la ecología: entonces maracachafa al piso. Hay que cogerla sssuave. Lo grave de la marihuana es que el pelao coge alas y salta a otra cosa. Y ahí puede llegarle el diablo, el bazuco, regrave. ¡Por eso hay que exigir carné! Me imagino las cuchas metiéndole inspiración a uno: gradúese mijo pa que meta, si no, no. ¡Todos bachilleres! Mejor que el resto de actas de difuntos, que difícilmente dan a conocer en los medios, tal cual son.

Colaboración en un trozito: Robinson Posada. Bien Parce.

Voces del Barrio.