Crítica a “L’ Adversaire”, de Emmanuel Carrère (Por Andrés Rojas).

Título: L' Adversaire (El Adversario)

Autor: Emmanuel Carrère (Francia)

Editorial: Anagrama. (172 pág.)

¿Qué puede llevar a un hombre a matar a su esposa, sus dos hijos y sus padres? La mentira. Pero no cualquier mentira: 18 años de completa impostura. Y no se trata de ficción, Jean-Claude Romand es el autor de este crimen que dejó perpleja la sociedad francesa el 8 de enero de 1993.

El difícil abordaje que realiza Carrère en esta novela que lo consagró como escritor, es investigar quién es Jean-Claude Romand cuando ni éste lo podía responder. Y tan demandante fue la tarea que por dos años debió cesar su intento de escribir este libro para plasmarlo con una mirada objetiva -esa asíntota difusa, a la que sucumbió-, y simplemente optó por mostrar varias caras de la vida alrededor de los Romand, contando con la ayuda del mismo Jean-Claude para navegar en la espesura de su comportamiento.

La costumbre de la impostura en Jean-Claude comienza desde su infancia, donde las emociones no debían traslucirse con tal de que su madre enferma no empeorara. “No había que decir ciertas cosas, aunque fuesen verdad. No había que causar aflicción, ni tampoco jactarse del éxito y la virtud”. Las mentiras piadosas eran posibles en una casa donde, paradójicamente, no debía mentirse jamás. Así, la tendencia depresiva de Jean-Claude siempre debió mantenerse oculta tras una sonrisa. Años después, esta incapacidad para expresarse, para relacionarse en sociedad, para encarar la mirada de la gente y su escrutinio, esa imposibilidad de defraudar, lo llevó a tejer una cadena de mentiras trágicas pero ocultas bajo su apariencia de hombre discreto y modesto, que la sociedad burguesa e ingenua con que se codeaba consideraba una virtud y un signo de hombre confiable.

La mitomanía tiene sus inicios en la universidad y se hace crítica cuando Jean-Claude no se presenta a los exámenes de segundo año de medicina. Jean-Claude se hace médico, consigue trabajo como investigador en la OMS, posee ingresos que le permiten vivir al norte de Francia, cerca de Suiza, y se ofrece, como buen amigo, a depositar plata de su círculo social en sus cuentas bancarias de Ginebra, donde aseguraba que no pagarían impuestos y ganarían rentabilidad. Después del asesinato se descubre la fachada, y al intentar mirar qué hay detrás de la máscara del doctor Jean-Claude Romand, se descubre un hueco donde lo único constante fue la aflicción interior.

Carrère se interna en los espacios blancos de la vida de Jean-Claude Romand, cuando nadie lo veía, cuando se estacionaba en la OMS a esperar el paso del día. También enseña su desenvolvimiento en el juicio, la perspectiva de su mejor amigo y  los tres años en la cárcel antes de aparecer a la luz este libro (no se puede juzgar crónica, novela o documento, quizá novela de no-ficción como "A sangre fría" de Capote). Las miradas prolíficas, siempre enmarcadas alrededor del juicio, orientadas por la exploración psicológica y el testimonio del impostor, hacen que el libro permanezca agarrado a las manos, y nos desemboca en múltiples preguntas, entre ellas, ¿acaso usted, en determinadas situaciones, tampoco se imposta ante los demás?

Crack: el recorrido por las claves que nutrieron la personalidad de Jean-Claude Romand y la clave de thriller que tiene la narrativa.

Atención a: La reconstrucción del asesinato.

Descache: El episodio donde Jean-Claude intenta matar a Corinne (una amante) tiene una reconstrucción forzada y poco lógica con la reacción que podría desencadenar ese episodio. ¿En serio? ¿Te vuelves a subir al carro de quien mostró intención de matarte?

Trivia: Jean-Claude fue condenado a cadena perpetua, pero si no ocurren imprevistos, podría salir de la cárcel en el 2015, con 61 años de edad.