Fiesta del Bicentenario

2.670 soldados españoles pisaban los oscuros y húmedos pastales de las lomas Boyacenses. Aquella tarde el coronel José María Barreiro descendió con caballos y perros, armas y pertrechos, artilleros e infantería, dispuesto a recuperar la ciudad de Tunja y continuar su campaña para tomarse Santa Fe de Bogotá. Sólo se detuvo al divisar el pequeño puente levantado sobre el río Teatinos y la gran formación de hombres (criollos, mulatos, mestizos, zambos, indígenas y negros) que salían a su encuentro del lado opuesto. El coronel Barreiro, con la confianza que le merecía su ejército compuesto por hombres que habían derrotado a los franceses, ordenó el ataque inmediato; los Generales Francisco de Paula Santander y Bolívar esperaron a que estos atravesaran el angosto puente, así el ejército español quedaría dividido como un reloj de arena y podrían atacarlo por vanguardia y retaguardia. Solo hasta ese entonces dieron la orden de ataque a sus hombres y tronaron los fusiles; las espadas se mancharon en sangre, el sudor de los hombres se mezcló con el de las bestias y dos horas después de enérgica batalla, el humo de la pólvora encapotó el campo y permitió desarrollar la estrategia de Santander: el rodeo total de los españoles en un anillo de fuego y lanzas, del que les fuera imposible huir a los españoles y así lograr su definitiva rendición.



Recordar batallas como la anterior, los manifiestos, las juntas, la sangrienta actitud española durante la reconquista, la mentalidad llegada desde Europa y que originó la emancipación latinoamericana, y sobretodo celebrar nuestro nacimiento como tierra libre y prometedora, son los objetivos del Bicentenario que conmemoraremos durante los próximos meses.

Y desde ya lo celebramos por lo alto, botando la casa por la ventana, con exposiciones, ferias, presentaciones musicales, conferencias, foros, encuentros de historiadores y emisiones de programas que recrean la historia y la gran importancia de la Independencia.

Esto se debe a que la liberación de América fue el máximo resultado de los avances ideológicos de toda una época. Entre ellas:

· La traducción que realizó Antonio Nariño de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano –por lo que se ganó un carcelazo.

· La puesta en escena de las ideas de la ilustración, que el caraqueño Francisco de Miranda recoge y con ellas redacta el primer proyecto de independencia suramericana

· Las revoluciones francesa y norteamericana que muestran la posibilidad de una rebelión exitosa.

· Las expediciones botánicas, que comprenden la importancia y riqueza natural de América y se la enseñan al mundo.

Los habitantes de la colonia, nuestros antepasados, absorbieron estos avances, y cansados de tributaciones, de impuestos y de ser tierra de extracción española, aprovecharon la debilidad del imperio español y decidieron emanciparse y crear un gran Estado. Y a pesar de que no se diera la unión de los virreinatos en un solo Estado, como pretendía Bolívar, hoy tenemos varios pueblos, mezcla de razas, fusión de culturas, unificados por un mismo idioma, con tradiciones de rasgos similares y que se resumen a sí mismos como pueblos latinoamericanos.

La celebración, pues, es de un mismo pueblo que se distribuye en varios países. Y en Colombia la celebración se enmarca con el Florero de Llorente, que originó el grito de Independencia en Santa Fe y dio comienzo a las campañas de independencia en toda Suramérica.


Esta edición de Bitácora se une a la fiesta y se abre para ustedes dándole mención especial a las opiniones y artículos que giran alrededor de este trascendental hecho para la Historia. ¡Bienvenidos a una nueva edición de nuestra hoja de ruta!


Artículo escrito para la editorial del periódico universitario Bitácora.

Imagénes:

http://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:Batalla_de_Boyaca_de_Martin_Tovar_y_Tovar.jpg

http://deeligiodamas.blogspot.com/2010/04/historia-de-venezuela-bicentenario-1810.html

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Buena mijo! Pa lante

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