La segunda vuelta
Imagínese su ciudad con bellos planteles educativos equipados con herramientas de estudio necesarias y suficientes, y que además cuente con profesores de calidad. Imagínese su ciudad con una población culta, solidaria y respetuosa. Imagínese las calles seguras gracias a las oportunidades equitativas de trabajo y la formación que se brinda por igual a toda las personas, por su mérito y empeño. Imagínese que las fuerzas armadas le cierren el cerco a la guerrilla y finalmente tengan que declinar sus hostigamientos y buscar su rendición. Imagínese lo anterior sin daños colaterales a la población civil y sin abusos contra los derechos humanos. Imagínese que los procesos que se adelantan contra los corruptos se agilicen, se aplique justicia y queden puestos libres para ciudadanos legales, sin requerir de burocracia o clientelismo. Imagínese contratar con el Estado sin requerir apalancamiento político y licitar sin pagos a intermediarios. Imagínese (aunque ya suene a canción de John Lennon) que gracias al enfrentamiento directo contra la corrupción, el erario público pueda invertirse en labor social, en fomento de empresas, en malla vial, en macroproyectos, en reparación a víctimas, en subsidios de vivienda y en crecimiento económico en general, con todas las bondades que trae consigo. Imagínese parques educativos con moderna arquitectura colombiana, más apoyo para los artistas, más centros recreativos para que pueda disfrutar con sus hijos. ¿Se lo imaginó? Ahora imagínese lograr todo lo anterior con tan solo depositar su voto por MOCKUS-FAJARDO, este domingo. Fácil, ¿no?
(La segunda vuelta)
Échele mente, mijo. Que teus tenga en la citi severos, pero severos ranchos pa pegarle al estudio y que los profes ni se golien las clases ni se preocupen únicamente por el tinto del descanso. Ahora hágase el video de que la gente lo lleve en la buena y no le hagan maniculitanteo en los buses ni se le alebresten por cualquier visaje, y que la calle deje de tener esa chapa tan fea, a lo bien, que dizque promotora de pánico. Imagínese que ya no le toque andar llamando tombos después de retirar del banco, y que ya no le toque gusaniarle a cuanto político que pasa pa conseguir algún camello, que todo sea a lo legal. ¿Pilla? Ahora dele mente a esto, ¿usted se imagina que de tanto lance de los soldiers, los guerrillos se azaren, se pongan de acuerdo y digan, Noo, mi llave, ya no tiramos más indumil ni más monte, agarremos maleto y fierros que nos vamos, sisa, mejor cana que plomo? Es que ya no les quedaría de otra, o es la justicia o los fumigan a todos. ¿Y qué tal si banderean a ese poco de abejas que le hacen el lance a lo que pagamos en impuestos? Uuu, mi niño, se les da juete a esas garullas, van de cana y dejan el hueco pa los que sí prueban finura, pa los camelladores calidosos. Además que sueltan esa caleta y llega la Money pa lo que’s, pa crear la meganacional, la empresita de barrio, y uno puede levantar rancho, puede aforarse y mecatiar con los pelaos en los parques, y ya no tiene que esquivar tanto hueco en la burra porque finalmente al barrio le llegan lucas pa las vías y pa edificios bien parchados, y así nos cambian tanto rancho repaila que tenemos por acá, sí, mi niño, es que acá viene el lobo y nos tumba es el barrio entero. ¿Y cómo hacemos pa tanta maravilla, se pregunta usted? Mi socio, eso es breve, el domingo se juaga las lagañas y se va pa la mesa de votación. Ah, ¿Qué no sabe cuál mesa? Levante el teléfono, y si no tiene pídale prestado el teléfono a la vecina, llame al 113 y pregunte cómo es la tavuel pa votar. Allí se lo dejan claritico, eso es a prueba de bobos. Se alista y sale pal puesto de votación. Eso sí, la cédula va de huevas, o en el brasier si es niña o todavía no se decide, pa que no la bote en el camino, y allá muy amablemente se la va recibir una señorita que le indica donde es la mesa pa votar. En la mesa le pasan el tarjetón, un periódico con fotos de carné imprimidas, y usted busca a las siguientes pintas: MOCKUS Y FAJARDO, los momis de la foto de aquí arribita. Les marca una equis encima y lo ingresa a la urna. ¡Lista la vuelta! Qué chimba, ¿no?
Uy, peye el que no vaya. Y si vota por Santos, en el próximo artículo le comento el animal que se nos viene pierna arriba.
Imagen: censura20.files.wordpress.com
(La segunda vuelta)
Échele mente, mijo. Que teus tenga en la citi severos, pero severos ranchos pa pegarle al estudio y que los profes ni se golien las clases ni se preocupen únicamente por el tinto del descanso. Ahora hágase el video de que la gente lo lleve en la buena y no le hagan maniculitanteo en los buses ni se le alebresten por cualquier visaje, y que la calle deje de tener esa chapa tan fea, a lo bien, que dizque promotora de pánico. Imagínese que ya no le toque andar llamando tombos después de retirar del banco, y que ya no le toque gusaniarle a cuanto político que pasa pa conseguir algún camello, que todo sea a lo legal. ¿Pilla? Ahora dele mente a esto, ¿usted se imagina que de tanto lance de los soldiers, los guerrillos se azaren, se pongan de acuerdo y digan, Noo, mi llave, ya no tiramos más indumil ni más monte, agarremos maleto y fierros que nos vamos, sisa, mejor cana que plomo? Es que ya no les quedaría de otra, o es la justicia o los fumigan a todos. ¿Y qué tal si banderean a ese poco de abejas que le hacen el lance a lo que pagamos en impuestos? Uuu, mi niño, se les da juete a esas garullas, van de cana y dejan el hueco pa los que sí prueban finura, pa los camelladores calidosos. Además que sueltan esa caleta y llega la Money pa lo que’s, pa crear la meganacional, la empresita de barrio, y uno puede levantar rancho, puede aforarse y mecatiar con los pelaos en los parques, y ya no tiene que esquivar tanto hueco en la burra porque finalmente al barrio le llegan lucas pa las vías y pa edificios bien parchados, y así nos cambian tanto rancho repaila que tenemos por acá, sí, mi niño, es que acá viene el lobo y nos tumba es el barrio entero. ¿Y cómo hacemos pa tanta maravilla, se pregunta usted? Mi socio, eso es breve, el domingo se juaga las lagañas y se va pa la mesa de votación. Ah, ¿Qué no sabe cuál mesa? Levante el teléfono, y si no tiene pídale prestado el teléfono a la vecina, llame al 113 y pregunte cómo es la tavuel pa votar. Allí se lo dejan claritico, eso es a prueba de bobos. Se alista y sale pal puesto de votación. Eso sí, la cédula va de huevas, o en el brasier si es niña o todavía no se decide, pa que no la bote en el camino, y allá muy amablemente se la va recibir una señorita que le indica donde es la mesa pa votar. En la mesa le pasan el tarjetón, un periódico con fotos de carné imprimidas, y usted busca a las siguientes pintas: MOCKUS Y FAJARDO, los momis de la foto de aquí arribita. Les marca una equis encima y lo ingresa a la urna. ¡Lista la vuelta! Qué chimba, ¿no?
Uy, peye el que no vaya. Y si vota por Santos, en el próximo artículo le comento el animal que se nos viene pierna arriba.
Imagen: censura20.files.wordpress.com
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Viviana Delgado.